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miércoles, 2 de noviembre de 2011

INSTRUCCIONES PARA LEER EN VOZ ALTA

Cuando se lee en  voz alta no solo se transmite la voz del lector, además entran en conexión todos los sentidos, la voz llega y se instala en la mirada de quien escucha, penetra los oídos, y hace que el cuerpo se adorne queriendo expresar de alguna manera lo que está en cada signo, la imaginación nos transporta a descubrir en cada palabra de la lectura ese mundo desconocido, la lectura en voz alta comunica sensibilidad, y se recupera la memoria creadora que le da sentido a la voz de quien lee.
Teniendo en cuenta las lecturas y después de observar los videos de Pescetti lee a pinocho y Neruda en América, para poder  dar  instrucciones para leer en voz alta, hay que tener en cuenta  ante todo que es un arte[1], y que este arte comunica sentido en donde
“el libro adquiere otra fascinación, desenterrar la vivencia compartida” Ana Pelegrin, (1984).
Esa vivencia compartida es la que nos ha llevado el gusto por la literatura, si recordamos como lo afirma Aidan Chambers (1999)
Nuestro gusto por la lectura de obras literarias está profundamente  arraigado en esta experiencia oral del cuento, en la necesidad de escuchar y contar cuentos, y en nuestra comprensión de sus fines y de las formas en que se presentan las narraciones”. Aidan Chambers (1999)

De tal manera que cuando se va a compartir esta experiencia, debemos prepararnos para el encuentro con el otro en donde el texto es nuestro lugar de embarque. Hay que tener en cuenta también que  la lectura en voz alta es “una actividad centrada en el texto” Aidan Chambers (1999).
Antes de dar inicio a la lectura en voz alta, la escogencia del libro o de la lectura es importante y para esto se debe tener en cuenta al grupo, sus posibles gustos que tienen de la literatura, y si es posible haber realizado un  sondeo acerca de estos gustos.
Aquí, en el inicio de la lectura es importante recordar a Pescetti cuando nos dice que leer en voz alta debe ser un juego o ser muchos, sobre todo si la lectura es para los más pequeños.
“Podríamos decir que en estos primeros juegos no importa si se entiende o no el sentido de lo que se lee, porque no hay ningún sentido para entender. Lo importante es que «suelten la voz» y no sientan vergüenza de estar diciendo algo en voz alta, de que el grupo los oiga”. Pescetti (1999).

Para empezar la lectura en voz alta se debe crear también el espacio, el ambiente, una conversación inicial, un reconocimiento de los que participaran en esta experiencia.
En el inicio de la lectura se debe conocer, presentar al autor quien estará acompañándonos durante la sesión, se debe hacer una breve reseña de su vida y de sus obras.
Es importante que se inicie con  preguntas,  si conocían al escritor, o si ya  han  leído alguna de sus obras.
Las instrucciones a la hora de leer en voz alta, permiten que se organice el circulo en donde se hará la lectura, sin embargo me parece que a la hora de leer si el  dinamismo se siente, cualquier persona puede hacer del lector, lo importante es que haya gusto por el texto escogido, que despierte curiosidad.
 La persona que haga de lector puede ser cualquiera, y debe hacer la lectura impregnándole vida. 
Si nos remitimos al texto de Aidan Chambers encontramos dentro de sus afirmaciones algo que  es muy claro cuando se refiere a lo que le aporta la lectura en voz alta a los niños.

 Leerles en voz alta a los niños es esencial para ayudarlos a convertirse en lectores. Que la lectura en voz alta es necesaria a lo largo de toda la escolarización”. (1999).

Volviendo con Pescetti me parecen muy pertinentes los juegos que propone cuando se inicia a los niños en la lectura en voz alta, para que de alguna manera vayan ganando confianza en el grupo y se sientan más libres a la hora de leer. Estos juegos locos como los llama, permiten que los niños puedan como el mismo lo afirma desarrollar el gusto por la lectura, y sobre todo el gusto por la palabra.
“La palabra leída, la palabra en nuestra boca, en la boca de los compañeros. La palabra que aquí suena dulce; allá, tímida; allá, demasiado fuerte; en otro, quebrada por la emoción o el susto”. Pescetti (1999).

Además de las instrucciones mencionadas anteriormente, se pueden tener en cuentas otras como:
Se debe buscar que la lectura escogida sea disfrutada por todos, que todos puedan ser lectores y coautores de la actividad.
La lectura debe hacerse de manera pausada, para ir permitiendo posibles intervenciones, discusiones de la misma.
La lectura en voz alta debe servir para mostrar tonos diferentes de entonación, ritmos y para apreciar como es la fluidez y el encuentro con palabras desconocidas, el lenguaje apreciativo se verá fortalecido.
Al inicio de la lectura es preciso enseñar la portada, las imágenes que nos expresan algo del contenido, la relación con los posibles personajes y si estos pueden ser también comparados con otros textos ya conocidos, es decir contar con los saberes previos, con historias ya vividas  o que nos recuerdan algo.
Dentro de un determinado grupo que se ha elegido para realizar la lectura en voz alta es importante señalar que el profesor o líder del grupo es quien debe preparar el texto, tener conocimiento del mismo, su autor, leerlo y releerlo.
No necesariamente se debe terminar en una sesión la lectura planeada, ya que puede haber generado discusión y quedaran temas por complementar en otras sesiones.
Se debe realizar una actividad alternativa que conecte la lectura realizada y ayude a ser más productiva la creatividad y la imaginación que se ha iniciado con la lectura.
Para concluir, es necesario recordar  lo que nos comenta  Aidan Chambers acerca de lo que se logra con  la lectura en voz alta.

 “Leer en voz alta es la cohesión social que produce. Aquellos que leen juntos sienten que forman parte de una comunidad: nada une más a las personas que el hecho de compartir sus experiencias imaginarias….[…] Los niños quieren sentarse muy cerca de uno, a veces hasta nos abrazan. Se relajan y se sienten embelesados. Mientras escuchan, gozan de la seguridad de pertenecer a un grupo. Luego, incorporan a su propia conversación palabras, expresiones, ideas y personajes de la historia”. Aidan Chambers (1999).


[1] Pelegrin Ana, (1984) La aventura de oír. Cuentos y memorias de la tradición oral.
Bogotá: Cincel Kapeluz

2 comentarios:

  1. Interesante, si estas leyendo de esta manera, nosotros somos quienes debemos leer en voz alta en el aula...

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  2. Si, porque somos nosotros los que despertamos el interés, el placer, el gusto y el amor, por la literatura en el aula, somos también el imán que atrae lectores en voz alta

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