El método cartillista, de antes (creo que aun se emplea) funcionaba para el adiestramiento de la memoria, sin embargo era un método sin sentido, lo más importante no es llevar a los niños a que aprendan a leer y escribir, es hacerles sentir y vivir esa nueva experiencia. La educación tradicional nos ha mantenido ocupados en cumplir unos estándares de cantidad y se queda por fuera la realidad inmediata del escolar, su vida no es importante, no los dejamos que construyan.
Como ejemplo claro de como hemos continuado enseñando a leer y escribir, en las instituciones guardan con mucho recelo los libros en las bibliotecas, es poco lo que se logra hacer en lectura y más en escritura, el negocio con las editoriales es muy lucrativo, a base de talleres y guías los docentes logran cumplir con la tarea de la enseñanza del lenguaje, las reglas ortográficas, el planeador.
En cuanto a lo que plantea Martha Fajardo: el maestro, un modelo, promotor y motivador, critico,que logre hacer que la lectura sea un ejercicio a través del ejemplo, que sea voluntaria, en donde los padres sean incluidos. El docente así también lo afirma Martha Fajardo debe ser critico a la hora de seleccionar el tipo de lectura que necesitan los niños, esta debe trascender las aulas y todos los programas académicos, entonces la lectura debe ser una experiencia de vida, ese el compromiso que tenemos los docentes con nuestros jóvenes.
Pero tu has visto un libro de texto esos de las Editoriales Santillana etc... qué lugar ocupa la literatura allí y cuál es su propósito
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